Quizás lo hayas oído alguna vez y te suene a una infección grave, pero realmente no lo es. Hablamos de la enfermedad boca, manos, pies, una enfermedad contagiosa e infecciosa originada por un virus, que es bastante frecuente. Los más afectados por esta infección son los niños menores de 10 años, aunque cualquier persona puede contagiarse. Pero, ¿qué síntomas produce y qué podemos hacer para prevenirla? Uno de los focos está en los pies, por eso hoy te hablamos de las claves de esta enfermedad y de cómo un podólogo puede ayudarte a prevenirla desde las primeras fases.
Si has observado que tu hijo o hija tiene una especie de sarpullido alrededor de la boca, es muy posible que se haya contagiado de la enfermedad boca, manos, pies. Como decíamos, no es una enfermedad grave, pero sí muy contagiosa y llamativa, por las lesiones cutáneas que produce en los pies, en la boca y en las manos. Por este motivo, los pediatras consideran la enfermedad boca, manos, pies comparable a una varicela o al sarampión. Pero hay una diferencia clara para no confundir estas enfermedades: la zona donde se localizan estos brotes.
Al parecer, el verano y el otoño son las épocas más favorables para contagiarse de esta enfermedad; sin embargo, tanto padres como profesores de guardería y colegio deben estar siempre atentos a los síntomas de la enfermedad boca, manos, pies. ¿Cuáles son estos síntomas?
Para que la enfermedad de boca, manos, pies no se agrave, desde dePie te recomendamos que acudas a un pediatra o médico especialista en este tipo de enfermedades infecciosas. Detectar los síntomas durante las primeras fases es fundamental para que la gravedad de las ampollas cutáneas no se propague a otras zonas del cuerpo, y no provoque otras complicaciones en la salud de los más pequeños de la casa.
Para ello, debemos saber cuáles son las causas y cómo se contagia la enfermedad de boca, manos, pies.
La enfermedad de boca, manos, pies es una enfermedad vírica, y por tanto, el riesgo de contagio entre personas es muy alto. La infección se pasa sobre todo a partir de virus transmitido por vía digestiva a lo largo de varias semanas, y de manos infectadas por restos fecales (vía fecal-oral). Este es el foco de contagio principal, pero pueden darse otros casos de transmisión por:
En dePie atendemos algunos casos con esta enfermedad común donde los pies de los niños pueden verse afectados. Cuando un niño se contagia de esta enfermedad, sus pies se llenan de un sarpullido en la zona de los metatarsianos y en la planta del pie.
Pero no solo eso, las uñas de los pies pueden decolorarse, debilitarse y caerse (es la llamada onicomadesis) al cabo de dos o tres semanas de haberse curado la infección. Pero no debe preocuparte, ya que en todos los casos las uñas vuelven a recuperarse en su totalidad.
Sin embargo, aunque la enfermedad haya pasado, es importante que un podólogo revise los pies del niño de forma periódica, y controle que los síntomas no rebrotan. Gracias a tratamientos efectivos como la quiropodia, el podólogo puede mantener limpios y sanos los pies del niño, así como cortar las uñas de una forma correcta y favorecer su buen crecimiento y recuperación total.
Desde el diagnóstico, la enfermedad boca, manos, pies no debería tardar más de 10 días en curarse. Si crees que tu hijo o hija podría tener la enfermedad boca, manos, pies, no dudes en acudir cuanto antes a un pediatra, o a un médico especialista para que este te garantice el mejor diagnóstico para los pies, las manos y la boca de tu pequeño. En dePie podemos favorecer la recuperación tras pasar por esta infección. ¡Pide cita en dePie y le ofreceremos los mejores cuidados para que crezca sano y fuerte!