Es la ciencia médica encargada de prevenir y curar las enfermedades del pie a través de tratamientos adaptados. Así define Javier Torralba la podología, una disciplina que vive con pasión y que le ha llevado a convertirse en uno de los mejores podólogos en Valencia. Javier Torralba es Doctor en Podología y es director y profesor en la Facultad de Fisioterapia y Podología de la Universidad Católica de Valencia; además, preside la Asociación Española de Cirugía Podológica y es director médico de dePie, nuestra clínica de podología en Valencia que cada día le recuerda qué es lo mejor de su profesión: “la satisfacción de sentir que, gracias a un diagnóstico acertado, mejoras la calidad de vida de un pacienteâ€.
Hoy en nuestro blog, entrevistamos a Javier Torralba para saber mucho más sobre su experiencia y su visión acerca del ámbito de la podología. Y esto es todo lo que nos ha contado:
Tras terminar la diplomatura de Podología y empezar a trabajar en una clínica de Alicante, empiezo a introducirme en el ámbito de la podología deportiva, pues me doy cuenta de las necesidades que tienen los deportistas en cuanto a tratamientos de patologías del pie relacionadas con el deporte y de cómo un buen análisis puede ayudarles a mejorar su rendimiento y a prevenir lesiones. Y así es como decido estudiar un Máster de Biomecánica en una de las mejores escuelas de Barcelona.
Y además de mi especialización en biomecánica y en podología deportiva, yo siempre he sentido una gran inquietud quirúrgica, por lo que pronto empiezo a formarme en cirugía podológica. Y aquí me siento un gran afortunado, pues a lo largo de mi experiencia he tenido la gran suerte de compartir estancia con los mejores podólogos de América y cirujanos del pie de España.
Sin duda, cuando sientes que has mejorado la calidad de vida de un paciente. Hay muchas personas que acuden a nuestra clínica cansadas de visitar otros podólogos y buscando una solución definitiva que les ayude a terminar para siempre con su dolor de pies. Acertar con el diagnóstico y con el tratamiento y ver la gratitud de nuestros pacientes es para nosotros la mayor satisfacción.
Y lo peor es justamente es lo contrario; aquellos pacientes a los que quieres darles un tratamiento adecuado pero sientes que éste se escapa de tu ámbito. En estos casos, es importante saber reconocer tus límites y derivar a otros especialistas que sí puedan tratarles. Sin embargo, es cierto que cada vez trabajamos más de forma multidisciplinar en el ámbito privado y contamos con profesionales de referencia que completan nuestra labor como podólogos. Solo así lograremos el éxito en todos nuestros diagnósticos y tratamientos.
Cualquier podólogo debe tener una gran capacidad de trabajo y cultura de esfuerzo; es decir, estar siempre en constante formación y no quedarse atrás en cuanto a nuevos tratamientos y avances médicos en el ámbito de la podología. No podemos quedarnos atrás en un sector donde la tecnología avanza a pasos agigantados, y esto requiere de mucho esfuerzo y dedicación.
Ofrecer un trato humano a todos nuestros pacientes es otra de las cualidades que todo podólogo debe cumplir; aunque los tratamientos sean similares, cada pie y cada paciente es diferente, por lo que un buen podólogo tiene que tratar cada pie como si fuera único y ser creativo para empatizar con todo tipo de personas y necesidades. Y por último, tener capacidad de reacción ante cualquier imprevisto en una intervención quirúrquica o en la aplicación durante un tratamiento.
Cada vez se entiende más la necesidad de trabajar en equipos multidisciplinares y de colaboración entre profesionales de un mismo ámbito, por lo que la relación es muy positiva y enriquecedora. Es cierto que la podología sigue siendo un ámbito solo privado, pero quienes nos dedicamos más a la parte de investigación, vemos clara la necesidad de trabajar codo con codo con otros especialistas: fisioterapeutas, traumatólogos, osteópatas, etc.
En definitiva, los podólogos debemos conscientes de que no siempre podemos abarcar todas las patologías del pie en nuestra disciplina; tanto es así que está demostrado que los mejores resultados se obtienen de este tipo de trabajo, colaborativo y de mayor fluidez de información entre profesionales sobre cada historial.
Mi principal función en dePie es la de dirección técnica y facultativa, tanto en nuestra clínica de Valencia como en la de Castellón. La gestión de equipos también es parte de mi labor: hacer que todos nuestros sanitarios se sientan parte de dePie y que, entre todos, hagamos que dePie sea un referente en el sector de la podología en Valencia.
De cara a los pacientes, considero que mi mayor aportación es la experiencia clínica, el contacto con otros profesionales del sector con los que he tenido la suerte compartir experiencias y, por supuesto, el valor añadido de apostar por una constante evolución de nuestros tratamientos y servicios.
Nos encontramos con todo tipo de casos: desde patologías estructurales y que hacen referencia a alteraciones en los huesos, como los juanetes, a otras de tipo dermatológico, como infecciones, uñas encarnadas, papilomas, pie de atleta, etc.
Otro tipo son las musculoesqueléticas, patologías que tienen que ver más con el aparato locomotor (tendinitis, esguinces, fascitis plantar, etc.) y que pueden provocar dolencias en otras partes del cuerpo como en la espalda, la cadera o las rodillas. El boom del running se ha notado muchísimo; cada vez más deportistas vienen a nuestras clínicas buscando un tratamiento que cure sus lesiones o para realizarse un estudio biomecánico de la pisada que logre mejorar su rendimiento deportivo. Sin embargo, en dePie hacemos también mucho hincapié en la prevención, es decir, a que estos no acudan al podólogo cuando ya han sufrido la lesión, sino incluso cuando no sientan nada. Nuestros podólogos les realizarán un análisis personalizado y le indicarán si necesitan usar plantillas adaptadas a su pie y a la morfología de su pisada.
Desde hace años, hemos eliminado el estigma de que ir al podólogo es ir al callista y de que es algo exclusivo para mujeres; la evolución ha sido muy progresiva, y ahora tenemos un porcentaje muy elevado de hombres que acuden al podólogo. Pero no solo eso, el modelo de clínica podológica también ha cambiado mucho; las clínicas de antes eran mucho más humildes y pequeñas, siempre en pisos y gestionadas de forma diferente.
Ahora, nos encontramos mucho más cerca de las necesidades del paciente, dando un trato más cercano y ofreciendo tratamientos hechos a la medida, con clínicas a pie de calle, y siempre desde la prevención; y en esta misma línea trabajamos en dePie: tratando siempre de innovar y de garantizar la máxima innovación y la última tecnología en cuanto a sistemas de análisis, equipos técnicos, tratamientos y materiales podológicos.
Sin duda, la mayor cultura de la población ha hecho que cada vez más personas se preocupen por cuidar de la salud de sus pies; desde madres que traen a sus hijos pequeños -incluso lactantes- y que están preocupadas por si necesitan usar plantillas, hasta personas muy adultas que requieren cirugía o tratamientos especiales; deportistas con lesiones en el pie o que simplemente buscan mejorar su rendimiento, etc.
Las barreras se han roto y el hombre se cuida mucho más, tanto desde el punto de vista deportivo como estético. Sin embargo, aún hace falta mayor concienciación para que la gente sea consciente de que lo normal no es vivir con dolor; hay muchas personas que sufren dolencias y no saben que su origen podría estar en los pies.
Estoy seguro de que el futuro de la podología va a ser muy prometedor, entre otras razones porque la oferta formativa de postgrado que se da hoy en día es mucho mayor, así como el nivel académico. Las prácticas siguen siendo duras, pero es cierto que las futuras generaciones de podólogos salen mucho mejor formados y muy mentalizados de la necesidad de ser multidisciplinares y de estar al día , tanto de la información como de tratamientos médicos.
¿Si cambiaría algo? Quizás, estar en la seguridad social nos daría mayor visión social y haría que la podología fuera accesible a todas las personas. Pero mientras eso llega a plantearse, el deber de las clínicas podológicas es acercarnos lo máximo posible a la situación de cada paciente y ésta es una de las premisas clave con las que trabajamos en dePie.
Lo primero, hidratar nuestros pies con una crema específica; aunque parezca algo obvio, muchas personas no hidratan de forma adecuada sus pies y termina siendo una parte del cuerpo olvidada. Mi segundo consejo es que todas las personas visitar al podólogo al menos una vez al año, incluso si no tienen ninguna dolencia; en caso de tener alguna patología, será el podólogo entonces quien determine cuántas veces debes acudir. Y por último: prevenir y no acostumbrarse a vivir con dolor; una primera consulta puede ser el principio de evitar cualquier dolencia en los pies o en otras partes del cuerpo.
Venir a nuestras clínicas podológicas dePie. Queremos que pongas tus pies en las mejores manos y, por eso, te invitamos a que conozcas a nuestro equipo de especialistas en podología clínica y deportiva. Desde tratamientos de quiropodia, podología deportiva, tratamientos especiales, podología infantil, estudio biomecánico, cirugía podológica, diseño de plantillas personalizadas… Todas las personas preocupadas por la salud de sus pies encontrarán en dePie su podólogo de confianza. Además, nuestra primera visita es gratuita, así que aprovecho para animar a todos los que busquen un podólogo en Valencia a que visiten nuestras clínicas en Valencia y Castellón.